Esta es la historia de Irene, que fue diagnosticada hace 9 años de esclerosis múltiple, y como creó milagros en su curación gracias a EL EFECTO PIGMALIÓN y a escuchar LA VOZ DE SU ALMA.

Irene me mandó este email, donde me contaba su historia, espero que te inspire.

 

 

"Hola Lain, como ayer dijiste en el grupo, quería contarte lo siguiente. Quizás algún día puedas y debas crear un libro o incluir en Salud, sobre testimonios de personas que sanaron gracias a la VOZ DE SU ALMA, y por supuesto a tu libro, que les dio voz a su alma…

Aunque ya te he contado mi historia hace tiempo, te la voy a contar resumida pues es la anécdota final la que te quiero verdaderamente contar.

Sabes que me diagnostiaron Esclerosis Multiple hace 9 años. Empecé con muchos síntomas graves durante el parto de mi primer hijo, y unos meses después me diagnosticaron. Momento en el que empezó mi verdadero infierno, sé que lo entiendes. El veredicto fue claro. Muy mal pronóstico, por la cantidad de lesiones cerebrales, medular y la intensidad y número de los brotes y síntomas.

Pasaron meses sin poder andar, sin salir de casa, sin poder estar sola o cuidar de mi hijo. Más de una año.

No podía andar no solo por tener una ataxia, que es una rigidez de piernas que me impedía caminar con normalidad, sino porque me cansaba con andar a penas 2 metros. Las parestesias, dolores, vértigos y síntomas varios se sucedieron durante mucho tiempo.

Me medicaba además de usar otras terapias, que me ayudaron a empezar poco a poco a barajar otra posibilidad dentro de mi alma.

Pero no fue hasta que te conocí que le di validez a esa voz que escuchaba dentro de mí. Un día vi un video tuyo por casualidad, te escribí y empecé a leer tu libro. Conocer tu historia de superación me hizo darme cuenta de que no estaba loca, sino todo lo contrario. Que esa intuición era certera, que tenía nombre y que no era la única persona en escucharla.

He de decirte, que llegaste a mi vida en un momento difícil, donde me sentía perdida, yo lo llamo “el duelo de la mariposa”, pues ya sabía quien no era, pero no sabía un quien SI era….

Apareciste tú, y quiero contarte una experiencia que ocurrió poco después de aquel momento, cuando recién empezaba a estudiar tu saga:

 

Pego, literal lo que escribí hoy en mi libro, pues tu video me hizo darme cuenta que no debo temer el contarlo, sino todo lo contrario.

 

“Voy a contarte una anécdota que pasó no hace tanto tiempo.

La última vez que fui a una revisión médica. Cuando me encontraba mejor que nunca, me hice una prueba llamada Resonancia Magnética. En ella pueden ver mi médula espinal y mi cerebro, la evolución de las lesiones que provoca la Esclerosis múltiple en mi sistema nervioso, así como si estás activas o son antiguas y sin actividad.

Bien, pues me disponía a escuchar un “!Wow, estás estupendamente!”, cuando el médico me dijo” que parecía que había una lesión medular , que no podía continuar sin tratamiento médico (en aquel momento hacía cinco años que lo había dejado e iba realmente bien), que podía quedar tetrapléjica,…”.y un montón más de lindeces por el estilo. Después de aquello me dijo que se reunirían en una sesión clínica todos los neurólogos y radiólogos para consensuar las imágenes, el pronóstico y el tratamiento necesario. Y después de ello se pondrían en contacto conmigo mínimo un mes después, ¡Un mes!

Te puedes imaginar como salí de aquella consulta, y por supuesto mis padres (Principal apoyo de mi grupo Pigmalión). Derrumbados.  Yo apenas me sentía las piernas, fue como retroceder en el tiempo ocho años atrás, al miedo y la incertidumbre del diagnóstico.

Como un zombie llegué a mi casa, me metí en la cama y estuve todo el día llorando. Mi mente se puso a trabajar a toda marcha, con todo tipo de argumentos similares a los que me había dicho el médico. Mientras mi alma se empequeñecía hasta quedar anulada.

Al día siguiente me levanté de la cama. Supongo que mi mente aun dormía y le pregunté a mi alma,

¿Cómo está mi cuerpo realmente?

¿Ha sido una ilusión todos estos años de salud y bienestar que he conseguido contra pronóstico?

¿Qué validez tiene la palabra de este señor neurólogo para ti?

¿Es posible que afecte a mi cuerpo y a mi ánimo hasta el punto de sentir síntomas?

¿Tiene razón en lo que ha dicho?

¿Qué crees tú ALMA MIA?.

La respuesta fue clara: CONFÍA EN TI, Y EN LAS SEÑALES DE TU CUERPO. TODO ESTÁ BIEN.

¿Sabes lo que hice? Fui a pagar un viaje del que llevábamos hablando mucho tiempo y que no terminaba de decidir si sería capaz o no de hacerlo. Aquel bofetón me dio el empujón que necesitaba para pasar a la acción de una vez. Lo pagué, al completo.

Un mes después toda mi familia y yo viajamos a Disneyland París, sueño de mis hijos hacía mucho tiempo, durante 5 días. Era la primera vez que viajaba, con mis temores aun en la mochila escondidos. Con mucho miedo, pero lo hice.

Y ¿Sabes qué?, cuando dudaba, cuando el miedo se apoderaba de mí, mi “Grupo Pigmalión” me recordaba que YO ESTABA SANA, que PODÍA CON AQUELLO. Y no solo eso, que podía y debía disfrutar como una niña con mis hijos y así lo hice.

Es solo un ejemplo de los muchos momentos de mi vida en los que fueron “ellos”, los que le dieron VOZ a mi ALMA, me empujaron a hacerlo y me demostraron que tenían razón.

Voy a contarte el final de la historia. No me llamaron en un mes. ¡Me llamaron cinco meses después! Exacto, cinco meses. Para quien hubiera creído en aquel veredicto sentenciador, es tiempo suficiente para llegar de nuevo a aquella consulta si no tetrapléjica, al menos en silla de ruedas.

Pero no fue mi caso, ¿Sabes por qué no lo fue? Porque creí en mí, escuché a mi alma, creí en mi cuerpo, y cuando dudé ahí estaba mi “grupo Pigmalión” para recordármelo.

Y sabes cual fue el resultado de aquella consulta, cinco meses después: “que había habido algún error, que habían revisado las imágenes en sesión clínica y que no había ninguna lesión y mucho menos activa. Que el doctor que me atendió aquel día debió tener un mal día y que, aunque se habían reunido semanas después para ver mi caso, les disculpara por la tardanza en comunicármelo”.

Aquellas palabras, aunque tarde, corroboraban como se sentía mi cuerpo, corroboraban las palabras de mi alma y la opinión de mi gran “grupo Pigmalión”. Me alegré infinitamente de haber confiado en ella, en ellos, en mí. De aquel viaje maravilloso que o olvidaré nunca. Pero sobre todo de la lección tan enorme que acababa de aprender.

Aunque me apenaba enormemente el efecto que podría haber tenido sobre cualquier persona que no solo no escuchara su alma, sino que no tuviese l suerte como yo si tenía de tener a su “grupo Pigmalión”. A esto le llamamos Profecía autocumplida, pues hubiese cumplido el pronóstico dado.

Por supuesto no solo continúe sin tratamiento médico, sino que lo hice con el beneplácito de aquella doctora (inimaginable esta opción años antes) supongo que fruto de mi rotundidad. Y además decidí no volver a una revisión médica anual, ni a hacerme ninguna prueba a menos que mi alma o mi cuerpo me dijesen lo contrario. Nunca más la palabra de un tercero dañaría mi cuerpo y mucho menos mi alma.

Nadie más que mi “grupo Pigmalión”, el que cree en mi misma verdad y mi misma realidad, entrará a formar parte de ella.

Fue un decreto y así seguirá siendo.

Hoy soy capaz de agradecer a aquel médico la gran lección que aprendí gracias a él, la solidez que le dio a:

-  Mi gran grupo de apoyo: mi familia, amigos, mi grupo de imparables.

-  La VOZ de mi alma, de la que jamás volveré a dudar.

- Mi misma como persona, al descubrir mi valentía, mi capacidad, mi imparabilidad y el orgullo y el respeto que siento por mí, a raíz de aquella situación.”

 

El video que grabé desde Disney con mis declaraciones, en agradecimiento a lo que habías hecho por mí, puedes verlo en el Grupo oficial de Facebook de LA VOZ DE TU ALMA.

Después de ésta vinieron muchas otras anécdotas, crisis y pruebas de fe. Pero aquí sigo IMPARABLE, en Alianza Cuántica, con dos de mis trés libros terminados y creando una realidad absolutamente mágica y diferente a lo que era hace año y medio.

Solo tengo palabras de agradecimiento, y sería para mi todo un honor compartir mi historia de superación en tu próximo evento, (pues sea cuando sea por supuesto allí estaré), A MODO DE AGRADECIMIENTO INFINITO QUE SIENTO HACIA TI.

Te mando un abrazo, y espero que esta Historia toque tu alma y sientas la emoción de cambiar vidas. Pues es lo que haces, lo que has hecho conmigo.

Irene."

Espero que ye haya inspirado y te ayude a creer más en ti, confiar en lo que puedes hacer y a no dejar, nunca más, a nadie el poder de decidir sobre tu vida y tus circunstancias.

GRACIAS GRACIAS GRACIAS.

TE AMO.

LAIN.

 

?La Voz De Tu Alma?

 

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